Jueves, 20 Junio, 2024
En 1509, el Emperador Maximiliano de Alemania ordenó que todos los libros judíos en las ciudades de Colonia y Francfort fueran destruidos. Esto vino como consecuencia del pedido de Pfefferkorn, un judío bautizado que afirmaba que la literatura judía insultaba al cristianismo. Los judíos apelaron al Emperador para que reconsiderara este edicto, y Maximiliano estuvo de acuerdo en investigar el tema. Designo a Johann Reuchlin, un famoso erudito alemán para que condujera la investigación. El informe emitido por Reuchlin fue muy positivo. Demostró que los libros que insultaban abiertamente al cristianismo eran muy pocos y considerados sin valor por la mayoría de los mismos judíos. Los otros libros eran necesarios para el culto judío, y eran muy valiosos en el campo de la teología y la ciencia.
El Emperador rescindió su edicto el 14 de Sivan de 1510.