Viernes, 21 Junio, 2024
Judá, el cuarto hijo de Iaacob y Lea, nació en Jaran el 15 de Sivan del año 2196 desde la creación (1565 AEC). Falleció en la misma fecha 119 años después en Egipto.
Judá asumió el liderazgo tanto en la venta de Iosef a la esclavitud como en los intentos posteriores de los hermanos por encontrarlo y liberarlo, y para proteger a Benjamín. En su lecho de muerte, Iaacob transfirió el liderazgo de Israel a Judá, proclamando: “El cetro no se apartará de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Shiló (el Mashíaj)…”. La casa real de David, como así también muchos de los grandes sabios y líderes de Israel a lo largo de las generaciones de la historia judía, trazan su linaje hasta Judá.
Judá tuvo cinco hijos: Er y Onan, que murieron sin hijos; Shela; y sus mellizos con Tamar, Peretz y Zeraj. Sus descendientes formaron la Tribu de Judá, la más numerosa y prestigiosa de las doce tribus de Israel.
Tras la muerte del Rey Salomón en el 797AEC, el pueblo de Israel se dividió en dos reinos: diez tribus formaron el Reino de Israel en el norte, con Shomrom (Samaria) como capital; sólo las tribus de Judá y Benjamín permanecieron leales al hijo de Salomón, Rejavam, y formaron el Reino de Judea en el Sur, en las zonas que rodeaban la capital, Jerusalén. Eventualmente el Reino del Norte fue conquistado por Asiria y las diez tribus que vivían ahí fueron exiliadas y se perdieron para el pueblo judío; los habitantes de Judea también fueron exiliados (a Babilonia), pero subsecuentemente retornaron a la Tierra Santa y reconstruyeron Jerusalén y el Santo Templo. Con el tiempo los términos “Judeo” y “Judío” —que originalmente se referían a un miembro de la tribu de Judá —se hicieron sinónimos de “Israelita”, y fueron usados para referirse a los descendientes de los doce hijos de Iaacob —es decir, el pueblo judío.
Poco después de la medianoche del 15 de Sivan de 1927, el sexto Lubavitcher Rebe, Rabí Iosef Itzjak Schneersohn (1880-1950), fue arrestado por agentes de la GPU (Policía Secreta Soviética) y la Yevsketzia (“Sección Judía” del Partido Comunista) por dirigir la organización clandestina de rabinos, maestros y emisarios que trabajaban para preservar y diseminar los estudios y la observancia judaicos por todo el Imperio Soviético.