Moshé bendice a la tribu de Iosef con fertilidad y abundancia para sus territorios.
La Torá es dulce
וּלְיוֹסֵף אָמַר מְבֹרֶכֶת ה' אַרְצוֹ מִמֶּגֶד שָׁמַיִם . . . וּמִמֶּגֶד תְּבוּאֹת שָׁמֶשׁ וּמִמֶּגֶד גֶּרֶשׁ יְרָחִים . . . וּמִמֶּגֶד גִּבְעוֹת עוֹלָם: וּמִמֶּגֶד אֶרֶץ וגו': (דברים לג:יג–טז)
[Moshé] dijo de [la tribu de] Iosef, “Que su tierra sea bendecida por D-os con las delicias del cielo ... con las delicias producidas por el sol, con las delicias maduradas por la luna ... con las delicias perennes de los valles, con las delicias de la tierra.” Deuteronomio 33:13-16

Moshé bendice a la tribu de Iosef no solo con la satisfacción de sus necesidades materiales sino también con “delicias”, implicando así que disfrutarán de abundancia material. La palabra “delicias” aparece mencionada en estos versículos en cinco ocasiones, número que se corresponde con los Cinco Libros de Moshé. La Torá es nuestro alimento espiritual, la nutrición de nuestras almas; la bendición de Moshé a la tribu de Iosef implica que el estudio de la Torá no solamente alimentará el alma sino que también la llenará de delicias y placeres.

Esto nos enseña que en los momentos designados al estudio de la Torá, debemos olvidar todas nuestras preocupaciones cotidianas para poder sumergirnos totalmente en ella, disfrutando así al máximo de nuestro estudio. Con esto también estamos evocando las bendiciones de D-os relativas a la abundancia material.1