El territorio de la tribu de Gad protegía la frontera de la Tierra de Israel. Por ello, Moshé bendijo a esta tribu con valentía militar.
Luchar contra la duda y la intimidación
וּלְגָד אָמַר . . . כְּלָבִיא שָׁכֵן וְטָרַף זְרוֹעַ אַף קָדְקֹד: (דברים לג:כ)
[Moshé] dijo de la tribu de Gad, “Que more como un león temible, y arranque el brazo y la cabeza [de su presa en un golpe].” Deuteronomio 33:20

Nuestra conquista física de las siete naciones que ocupaban la Tierra de Israel alude a nuestra conquista espiritual de las siete emociones del alma humana/animal. Los dos obstáculos mayores para esta conquista son la “cabeza” y el “brazo”.

La “cabeza” es el bloqueo mental que resulta de calcular las probabilidades de lograr el éxito en el marco de la cultura materialista dominante. En soledad, y enfrentado a los grandes recursos que domina la sociedad materialista, el judío tiene la tentación de rendirse sin siquiera comenzar la lucha. El “brazo” representa los recursos físicos que se encuentran a nuestra disposición. Hemos trabajado duro para ganarnos esos recursos, y por ello somos reticentes a gastarlos en búsquedas espirituales cuyos beneficios materiales no son para nada evidentes.

Debemos negar la validez de ambas actitudes a un mismo tiempo,“de un golpe”.1