Mientras pastaban sus rebaños, los hermanos de José tramaron la mejor forma de eliminarlo a él y la amenaza que ellos creían que presentaba. Jacob envió a José tras ellos.
Confiando en la Providencia Divina
וַוּבְטֶרֶם יִקְרַב אֲלֵיהֶם וַיִּתְנַכְּלוּ אֹתוֹ וגו': (בראשית לז:יח)
Antes que [José] llegara [a sus hermanos] ellos conspiraron contra él. Genesis 37:18

A pesar de que no lo pretendieron ni lo previeron, las acciones de los hermanos llevaron al eventual ascenso de José al poder y a la supervivencia de toda la familia de Jacob. La experiencia de José demuestra vívidamente que tanto si nos damos cuenta o no, todo lo que nos sucede está orquestado por Di-s para nuestro beneficio.

Es, por lo tanto, tonto e improductivo enojarse con aquellos que parecen estar dañándonos. A pesar de que realmente sean culpables por sus acciones, no nos pueden hacer nada que Di-s no permita. En cambio, debemos aprender de José, quien pagó el mal de sus hermanos con bondad, continuando amándolos a pesar del odio de ellos hacia él.1