A continuación, D-os le enseñó a Moisés las leyes relativas al empleo de sirvientes judíos. Si un ladrón judío fue condenado por robar algo y no puede pagar el valor de lo que robó, la corte puede venderlo como esclavo, y usar lo recaudado por su “venta” para pagar sus deudas. También, si un hombre judío no tiene otra forma de sustentarse, se puede vender como esclavo. En cualquiera de los casos, el “amo” tiene que tratar al sirviente en forma humanitaria, dándole alimento y ropa apropiada, y no tiene permitido darle trabajos desmoralizantes.
El Propósito de la Recompensa
לֹא תִרְדֶּה בוֹ בְּפָרֶךְ וגו': (ויקרא כה:מג)
[D-os le instruyó a Moisés que le diga al pueblo judío, “Cuando alguien es tu esclavo,] no debes subyugarlo con trabajos innecesarios.” Levítico 25:43

El trabajar sin un objetivo es desmoralizante e incluso puede volver loca a la persona, pero trabajar por un propósito constructivo - incluso si la tarea demanda un gran esfuerzo - es altamente gratificante. La satisfacción que resulta del logro puede ser mayor que la satisfacción del dinero ganado.

El esfuerzo que tenemos que hacer en estudiar la Torá y cumplir con los mandamientos de D-os puede ser grande, pero se nos ha enseñado que nuestros esfuerzos aquí abajo tienen una influencia profunda en el mundo cósmico superior. Tener esto en mente nos permite estudiar la Torá y cumplir con los mandamientos de D-os con entusiasmo, alegría y un sentido de propósito.1