La quinta plaga fue una epidemia que afectó el ganado de los egipcios. La sexta plaga fue una inflamación cutánea que se convirtió en llagas en la piel de los egipcios y sus animales. La séptima plaga fue una lluvia de granizo formado milagrosamente de hielo y fuego.
Combinando Misericordia y Severidad
וַיְהִי בָרָד וְאֵשׁ מִתְלַקַּחַת בְּתוֹךְ הַבָּרָד כָּבֵד מְאֹד וגו': (שמות ט:כד)
El granizo era muy fuerte, con fuego fulgurante en medio del granizo. Exodo 9:24

El agua y el fuego se derivan y expresan los atributos Divinos de misericordia y severidad respectivamente. Por lo tanto, lo que hizo única a la plaga del granizo fue su mezcla de hielo y fuego, de misericordia y severidad Divina. Similarmente, a pesar de que esta fue una plaga particularmente severa, como lo indica la dura advertencia que la precedió, esta misma advertencia incluía instrucciones compasivas sobre cómo evitarla.

Sólo D-os puede anular la naturaleza y combinar hielo y fuego. De la misma forma, es sólo al elevarnos por encima de nuestras limitaciones naturales y conectándonos a D-os, que podemos ser estrictos y compasivos a la vez, tanto para nuestro beneficio como para el beneficio de otros.1