Tal como sucedía con la mayoría de los sacrificios, hubo algunas partes de los sacrificios de los rituales de instalación que eran incinerados en el Altar Exterior.
El Altar Interno de Sacrificios
וַיִּקַּח מֹשֶׁה אֹתָם מֵעַל כַּפֵּיהֶם וַיַּקְטֵר הַמִּזְבֵּחָה וגו': (ויקרא ח:כח)
Moshé tomó [partes específicas de los sacrificios] de las manos [de Aharón y sus hijos] y las quemó en el Altar. Levitico 8:28

Los procedimientos para los sacrificios aluden a los procesos psicológicos internos que debemos experimentar para acercarnos a D-os. (Como se mencionó anteriormente, la palabra hebrea para “sacrificio” [korban] significa “acercarse”.)

Degollar el animal alude a cómo degollamos - es decir, renunciamos - a nuestra orientación animal hacia la vida. Salpicar la sangre en el Altar alude a cómo luego reorientamos nuestro entusiasmo (simbolizado por nuestra sangre caliente) hacia la Divinidad. Poner la grasa del animal faenado en el Altar alude a cómo reorientamos nuestro sentido de placer (simbolizado por la grasa, que resulta de la indulgencia en el consumo de comidas que disparan sentimientos de placer en nuestro cerebro) hacia la Divinidad. Quemar el animal en el fuego del Altar alude al consumo de nuestra naturaleza animal por la Divinidad, significando que nuestros impulsos animales se convierten en impulsos para el bien, en el proceso de transformar el mundo en un hogar para D-os.1