Luego de detallar cuáles animales terrestres, peces y aves están permitidos para el consumo judío, D-os le ordenó a Moisés que le enseñe al pueblo judío las leyes concernientes a la impureza ritual. El propósito de estas leyes es enfatizar que, como judíos, debemos valorar y enfatizar la vida en este mundo, distanciándonos del contacto con la negatividad y la depresión asociada con la muerte. La impureza ritual se contrae tanto a través del contacto con el cadáver humano y el de ciertos animales, como por alguna condición física que lleva al individuo cerca de la frontera entre la vida y la muerte. El estar ritualmente impuro impide que una persona entre al Tabernáculo y/o consuma sacrificios y otros tipos de comidas rituales sagradas.
Evitando Ser Engañado
לְהַבְדִּיל בֵּין הַטָּמֵא וּבֵין הַטָּהֹר וגו': (ויקרא יא:מז)
[D-os le ordenó a Moisés que le enseñe al pueblo judío cómo] distinguir entre lo puro y lo impuro. Levitico 11:47

Espiritualmente hablando, este decreto se refiere a hacer una distinción moral entre el comportamiento sano y aceptable y el que no lo es. Esta distinción es simple cuando las cosas son claras y obvias. Pero frecuentemente, esta distinción es borrosa, y lo que de hecho es impuro puede fácilmente tomarse como puro.

Al estudiar la Torá, nos mantenemos conectados a D-os, quien no está sujeto al alcance limitado de la mente humana. Estando en sintonía con la consciencia Divina, instintivamente sabemos lo que es espiritualmente sano y lo que no.1