A pesar de que dejar la tierra sin cultivar por un año mejora realmente su fertilidad, este no puede ser el propósito del año sabático. Si fuera así, D-os hubiera prometido aumentar la cosecha en el año siguiente al año de descanso, no en el anterior. Al prometer aumentar la producción en el sexto año - ¡que es naturalmente el menos productivo! - D-os nos muestra que es específica y exclusivamente Su bendición la que es la causa del aumento del producto.
La lección para nosotros es la siguiente: Como judíos, se requiere de nosotros que pasemos un tiempo todos los días rezando y estudiando Torá; debemos dar caridad, apoyar la educación judía, y abstenernos de trabajar en Shabat y las festividades judías. ¿Cómo podemos esperar vivir vidas financieramente sanas cuando nuestros vecinos no judíos, que no están “incapacitados” por ninguna de estas obligaciones y restricciones, luchan para ganarse el sustento?
El año sabático nos enseña que cuando hacemos lo que D-os quiere, Él nos bendecirá, no sólo en el plano espiritual, sino también en plano material.1
Únete a la charla