A continuación, D-os repasó las leyes de robo, para alentar al pueblo judío a asegurarse de que no fueran culpables de ninguna manera por este pecado antes de iniciar su viaje hacia la Tierra de Israel.
Contrarrestando la Negatividad
אִישׁ אוֹ אִשָּׁה כִּי יַעֲשׂוּ מִכָּל חַטֹּאת הָאָדָם . . . וְאָשְׁמָה הַנֶּפֶשׁ הַהִוא: וְהִתְוַדּוּ אֶת חַטָּאתָם אֲשֶׁר עָשׂוּ וגו': (במדבר ה:ו–ז)
[D-os le ordenó a Moisés que le dijera al pueblo judío] “Cuando un hombre o mujer peca, y se siente culpable y confiesa el pecado que haya cometido.” Números 5:6-7

Si le hemos hecho mal a alguien de alguna manera, debemos primero pedir perdón; luego debemos devolver el objeto o pagar por cualquier daño que hayamos causado. A continuación debemos “pedir perdón” a D-os, a través del arrepentimiento. El arrepentimiento consiste de tres pasos:

● el remordimiento por el pasado,

● la resolución positiva para el futuro, y

● la confesión verbal a D-os por el pecado.

Cada mala acción crea una energía negativa, la cual tiene un “cuerpo” y un “alma”. El “cuerpo” de esta energía es la mala acción misma, mientras que su “alma” es el deseo que causó y acompañó la acción. Sentir remordimiento por haber cometido un pecado destruye el “alma” de la energía negativa; confesarse verbalmente, usando nuestros labios físicos, destruye el “cuerpo” de la energía negativa.1