El pueblo judío aceptó finalmente la distinción ordenada por D-os entre los sacerdotes y Levitas por un lado y la gente común por el otro. Sin embargo, luego se quejaron de que dado que entrar en determinadas áreas del Tabernáculo era una ofensa capital para los que no era Levitas, estaban constantemente expuestos con peligro de muerte. D-os entonces hizo a los sacerdotes y Levitas responsables de cuidar que los no levitas no entren en áreas prohibidas para ellos.
Amor Extasiado por D-os
עֲבֹדַת מַתָּנָה אֶתֵּן אֶת כְּהֻנַּתְכֶם וגו': (במדבר יח:ז)
[Mientras describe las obligaciones de los sacerdotes, D-os le ordenó a Moisés que les diga a los sacerdotes,] “Les entregué como regalo el derecho del sacerdocio.” Números 18:7

Vemos aquí que hay un nivel de relación con D-os al que no podemos llegar por nosotros mismos; sólo nos lo puede dar D-os como un regalo. Este estado maravilloso es referido en el Cantar de los Cantares (la descripción poética del Rey Salomón del amor entre D-os y el pueblo judío) como un “amor de delicias”1 , y es comparado por los sabios del Talmud con el placer de la revelación Divina que nos espera después de la vida.

Este amor extasiado por D-os era sentido por los sacerdotes regularmente, pero en la medida que el pueblo judío es “un reino de sacerdotes y una nación santa”, todos podemos aspirar a este amor extasiado por D-os, al menos ocasionalmente.2