Moshé pidió autorización al rey de Edom para que el pueblo judío pasara a través de su territorio hacia la Tierra de Israel. Los edomitas se rehusaron y Moshé tuvo que dirigir al pueblo hacia el sur, bordeando su territorio.
El alma nunca está en exilio
דֶּרֶךְ הַמֶּלֶךְ נֵלֵךְ לֹא נִטֶּה יָמִין וּשְׂמֹאול עַד אֲשֶׁר נַעֲבֹר גְּבֻלֶךָ: (במדבר כ:יז)
[En su mensaje al rey de Edom, dijo Moshé:] “Pasaremos a través del camino del rey sin desviarnos ni a derecha ni a izquierda hasta que hayamos pasado a través de tu territorio.” Numeros 20:17

El mensaje de Moshé al rey edomita es el mismo mensaje que nuestras almas divinas deben transmitir al mundo material mientras aún estamos en exilio. “Es verdad: físicamente los judíos somos iguales al resto de la gente; tenemos las mismas necesidades físicas, que debemos satisfacer trabajando y viviendo en el mundo físico. Sin embargo, no dejaremos que este hecho opaque nuestro verdadero propósito en la vida: cumplir con nuestra misión divina de elevar y depurar el mundo físico. Seguiremos la senda del Rey divino; ¡no nos desviaremos de los caminos de D-os ni a derecha ni a izquierda!”.


Al mantenernos fieles tanto a nuestro ser interior como a nuestra misión divina, tendremos el mérito de ver la Redención máxima del mundo y su transformación en la verdadera morada de D-os.