Nos podemos preguntar: “Una vez que sabemos qué es lo que D-os requiere de nosotros aquí y ahora, ¿para qué necesitamos saber cuáles son nuestro propósito y recompensa finales? ¿Por qué no confiar en que D-os nos otorgue la recompensa llegado el momento en vez de preocuparnos en estos momentos sobre el qué y cuándo?”
La respuesta a esto es que contar con una clara visión del propósito de nuestro trabajo genera una diferencia sustancial en la calidad del mismo, como también en el esfuerzo que invertimos. D-os quiere que lo sirvamos imbuidos de inspiración; quiere que la visión nuestra sea la visión de Él, que los objetivos nuestros sean los objetivos de Él. Desde luego, nuestra relación con D-os debe basarse en la absoluta e incondicional devoción que toda criatura debe a su Creador, pero eso es solo la base, el comienzo. Idealmente, D-os quiere que soñemos lo que Él sueña; y es por ello que Él comparte con nosotros el sueño de un Futuro Mesiánico.
Por consiguiente, resulta vital estudiar las profecías y las afirmaciones de nuestros sabios sobre el Mesías y la inminente Redención, ya que nos permitirán llegar a una clara imagen mental de cómo debe ser el mundo efectivamente y de cómo podemos transformar este sueño en realidad.
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