A continuación, D-os instruyó a Moshé con respecto a los sacrificios comunales diarios y festivos que se debían ofrendar regularmente en el Tabernáculo.
Nutrir a D-os
אֶת קָרְבָּנִי לַחְמִי לְאִשַּׁי . . . תִּשְׁמְרוּ וגו': (במדבר כח:ב)
[Ordenó D-os a Moshé decir al pueblo judío:] “Debéis guardar Mi ofrenda, Mi alimento para Mis ofrendas ígneas.” Números 28:2

D-os llama a los sacrificios Su “alimento” diario porque, así como la comida sustenta el cuerpo, así también los sacrificios aportan la fuerza vital divina que sustenta el mundo. Además, la constancia de los sacrificios diarios expresaba el eterno lazo existente entre D-os y el pueblo judío.


Las plegarias diarias fueron instituidas en paralelo con los sacrificios diarios y para sustituirlos en ausencia del Tabernáculo o Templo. Así, nuestras plegarias diarias también “sustentan” a D-os. Si alguna vez dudamos de cuán importantes pueden ser nuestras plegarias, debemos recordar que D-os las considera vitales para la existencia y conservación del mundo. Son tan importantes para Él como nuestro pan diario lo es para nosotros.