Dado que son numerosos los mandamientos que se cumplen únicamente dentro de la Tierra de Israel, D-os procedió a describir los límites exactos de la misma.
Aprovechar el día
זֹאת הָאָרֶץ אֲשֶׁר תִּפֹּל לָכֶם בְּנַחֲלָה וגו': (במדבר לד:ב)
Esta es la tierra que caerá para vosotros [por sorteo] como herencia. Números 34:2

El uso del verbo “caer” (tipol) para describir cómo la Tierra de Israel se vuelve nuestra nos enseña una lección importante.

El hecho de estar obligados a cumplir ciertos mandamientos únicamente dentro de la Tierra de Israel alude al hecho de que podemos cumplir los mandamientos de D-os y elevar la realidad material solamente durante nuestra vida física. No tenemos esta oportunidad ni antes ni después del tiempo en que nuestra alma está alojada en nuestro cuerpo, a pesar de que está viva desde antes de nuestro nacimiento y continúa viviendo después de nuestra muerte.

En comparación con la existencia idílica que disfruta el alma en su morada celestial antes de nacer, la difícil y conflictiva vida que debemos llevar en el mundo físico realmente puede verse como una suerte de “caída” desde una altura previa. Sin embargo, si utilizamos todos nuestros poderes para aprovechar la oportunidad única que tenemos en este mundo, ayudamos a D-os a lograr su propósito en la Creación, cumplimos con el propósito de nuestra existencia y, también, aumentamos en gran medida nuestra capacidad de absorber las revelaciones divinas que nos esperan más allá de la vida.1