A continuación, Moshé alentó al pueblo judío recordándoles cómo derrotaron en forma devastadora a los dos reyes amorreos que tenían permitido atacar.
Unidad
לֹא הָיְתָה קִרְיָה אֲשֶׁר שָׂגְבָה מִמֶּנּוּ וגו': (דברים ב:לו)
[Dijo Moshé al pueblo judío:] “No hubo ni una ciudad que fuera demasiado fuerte para nosotros.” Deuteronomio 2:36

La unidad social protege del peligro a la sociedad. Los reyes amorreos, conscientes de esto, tomaron medidas para unir a sus súbditos contra la amenaza de la invasión del pueblo judío.


Sin embargo, la capacidad de unión de una sociedad depende de la medida en que sus miembros puedan negar sus egos individuales para someterse a un objetivo en común. D-os espera que el pueblo judío se someta en forma absoluta a su misión divina, y nos da la capacidad para hacerlo. En consecuencia, la unidad que podían lograr los amorreos no se podía comparar con la de los judíos. Como resultado, el pueblo judío logró vencer a un frente conformado por las ciudades amorreas.


Vemos aquí el inmenso poder inherente a la unidad judía y la necesidad de fomentarla en la mayor medida posible, y más aún dado que, como nos enseñan los sabios del Talmud, nuestro actual exilio es el resultado del odio insensato y la desunión del pueblo judío.