Moshé dijo al pueblo judío que en definitiva lo que D-os les entregaba era la libertad de elegir entre el bien y el mal.
El libre albedrío y la recompensa
רְאֵה נָתַתִּי לְפָנֶיךָ הַיּוֹם אֶת הַחַיִּים וְאֶת הַטּוֹב וְאֶת הַמָּוֶת וְאֶת הָרָע . . . וּבָחַרְתָּ בַּחַיִּים וגו': (דברים ל:טו)
[Dijo Moshé al pueblo judío:] “He aquí que he puesto ante vosotros hoy la vida y el bien, la muerte y el mal ... ¡Elegid la vida!” Deuteronomio 30:15

No siempre es claro que el buen comportamiento lleva a la vida y la bendición mientras que el mal comportamiento lleva a las maldiciones y la muerte. Esto nos permite tener la libertad de elegir ser buenos. Si fuera siempre claro que el buen comportamiento lleva a la bendición y la vida, mientras que el mal comportamiento lleva a lo contrario, ¿qué otra opción tendríamos más que ser buenos? El mismo hecho de que ser buenos no siempre lleva al bien nos fuerza y nos permite apoyar nuestra relación con D-os sobre una base más profunda.

Por esta razón, en un nivel más profundo, D-os (a través de Moshé) nos está pidiendo aquí que elijamos el bien por sí mismo, en vez de por alguna expectativa de recompensa material, incluso cuando vemos claramente que ser bueno da buenos resultados.1