Es el precepto con el cual se nos ordenó tomar el Lulav y alegrarnos ante Di-s siete días. Es lo que El, exaltado sea, dijo: Y tornaréis para vosotros en el primer día...

Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en el Tratado (Talmúdico) de Sucá.

Allí se explicó que la obligatoriedad de este precepto durante siete días es sólo en el Santuario. En los demás lugares, empero, la obligatoriedad que impone la Torá es sólo para el primer día.

Las mujeres no están obligadas en (el cumplimiento de) este precepto.