Es la advertencia con la cual se nos previno de no faenar al animal y a su cría el mismo día, tanto de las Santidades como de los (animales) profanos.
Es lo que El, exaltado sea, dijo: A él y a su cría no degollaréis en un (mismo) día.
Quien transgredió y degolló — recibe (la pena de)
Malkut.
Las leyes de este precepto han sido explicadas ya, íntegramente, en el Capítulo Quinto (del Tratado Talmúdico) de Julín.