Es el precepto con el cual se nos ordenó cubrir la sangre durante el faenado (ritual) del ave o la bestia.

Es lo que El, exaltado sea, dijo: Y verterá su sangre y la cubrirá con tierra.

Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en el Capítulo Sexto (del Tratado Talmúdico) de Julín.