Es el precepto con el cual se nos ordenó que si quisiéramos divorciar lo hiciéramos exclusivamente mediante documento.

Es lo que El, exaltado sea, dijo: Y escribirá para ella una carta de divorcio y la entregará en su mano.

Las leyes de esta ordenanza —es decir: la ley de guerushín (divorcio) — han sido explicadas ya, íntegramente, en el Tratado (Talmúdico) que se dedica específicamente a ellas, es decir, el Tratado de Guitín.