Es el precepto con el cual se nos ordenó contar los años desde el momento en que hemos dominado la Tierra (de Israel) y tomamos posesión de ella, (en grupos de) siete años, hasta el Año de Jubileo.
Este precepto —es decir: el conteo de los años de Shemitá—está encomendado al Tribunal —es decir; el Gran Sanhedrín—; ellos, exclusivamente, son quienes cuentan cada año de los cincuenta años, del mismo modo en que cada uno de nosotros cuenta los días del Omer.
Es lo que El, exaltado sea, dijo: Y contarás para ti siete años sabáticos…
Dice el Sifrá: "Podría (yo pensar) que cuente siete Shemitot —una tras otra—y haga Año de Jubileo. Para enseñarnos (que no es así) fue dicho: siete años, siete veces. Esto (es algo que no podemos saber) hasta que se pronuncien dos versículos (y el conjunto lo enseñe); sino—no lo sabemos" Vale decir: La calidad práctica de este precepto no ha de ser comprendida salvo mediante dos versículos; o sea, que contemos los años por sí solos, y contemos también las Shemitot con ellos. Por cuanto que dijo que este concepto no ha de comprenderse salvo mediante dos versículos, se desprende en forma absoluta que es un único precepto. Pues, si hubieran sido dos preceptos —el 'conteo de años' y el 'conteo de Shemitot'—no hubiera dicho '(no lo podemos saber) hasta que se pronuncien dos versículos', ya que así, de dos versículos, se aprenden todos (los casos de) dos preceptos, tal como todo precepto (se aprende) de su propio versículo. Nunca se dice 'Esto, hasta que se pronuncien dos versículos' salvo en un único precepto —cuando el conocimiento cabal de sus leyes no se aprende sino de dos versículos— tal como (la ley de) el Primogénito, acerca del cual dijo el versículo: Todo primogénito de matriz es para Mí; este versículo por sí solo señala que el primogénito es para Di-s, tanto varón como mujer; sobrevino otro versículo: Los varones para Di-s, versículo éste que por sí solo señala que todo varón es para Di-s, sea primogénito o no; mas, de los dos versículos se ha alcanzado el concepto del precepto: que sólo se trata del primogénito varón, según han explicado en el Mejilta.