Es la advertencia con la cual se nos previno de no construir Altar con piedras a las que tocó el hierro.
Es lo que El, exaltado sea, dijo: No las construirás (con piedra) labrada, pues tu espada (alzaste sobre ella y la has profanado).
Si construyó con ellas el Altar — éste es inválido y no se ofrenda sobre él.
Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en el Capítulo Tercero (del Tratado Mishnaico) de Midot.