Es la advertencia con la cual se previno al sacerdote impuro de que no rinda servicio mientras está impuro.
Es lo que El, exaltado sea, dijo a los sacerdotes:
(Habla a Aharón y a sus hijos) que se aparten de las santidades de los hijos de Israel, y no profanarán Mi santo Nombre.
En el Capítulo Noveno (del Tratado Talmúdico) de Sanhedrín dijeron: "¿De dónde (sabemos) que un impuro que rindió servicio es (penado) con la muerte? Dado que está escrito: Habla a Aharón y a sus hijos que se aparten... y no profanarán, y en otro lugar dijo (El): Y morirán porque las han profanado — tal como aquella profanación es (penada) con la muerte, del mismo modo (es con) lo que El dijo aquí, y no profanarán Mi santo Nombre, si lo hicieron y rindieron servicio en (estado de) impureza — merecen la muerte a manos del Cielo.