Es el precepto con el cual se nos ordenó la alegría en las Peregrinaciones.
Es lo que El, exaltado sea, dijo: Y te regocijarás en tu festividad. Este es el tercer precepto de los tres que rigen en el Festival de Peregrinación.
El concepto primordial al que alude este precepto es que ineludiblemente ofrenden un sacrificio Shlamím. Estos Shlamím son adicionales al "Shlamím de Jaguigá" y son los que en el Talmud se denominan Shalmei Simjá.
Respecto de la ofrenda de estos Shlamím es que dicen: "Las mujeres están incluidas en (la ordenanza de ofrendar el Sacrificio de) Simjá —'alegría'—".
Ya ha dicho el versículo: Y sacrificarás 'Shlamím', lo comerás allí, y te alegrarás ante el Señor.
Las leyes de este precepto han sido explicadas ya, también, en (el Tratado Talmúdico de) Jaguigá.
Dentro de lo que El dijo: Y te regocijarás en tu festividad se incluye además lo que (—los Sabios) también dijeron: "Alégrate con toda clase de alegría". De ello: comer carne en las festividades, beber vino, vestir ropas nuevas, repartir frutas y golosinas a los niños y a las mujeres, y la algarabía con instrumentos musicales y baile únicamente en el Santuario, y esa es Simjat Beit Hashoevá". Todo esto está comprendido en lo que El dijo: Y te regocijarás en tu festividad.
El (modo de alegría) más severo de todos ellos es la obligación de beber precisamente vino, pues éste es específico para la alegría. En expresión de la Guemará (—Talmud, Tratado de) Pesajím: "El hombre debe alegrar a sus hijos y a los moradores de su casa en el Festival de Peregrinación. ¿Con qué los alegra? Con vino". Y allí dijeron: "Estudiamos (en una Baraita): Rabí Iehudá ben Beteirá dice: cuando el Santuario está en pie, la alegría es sólo con carne, pues fue dicho: Y sacrificarás 'Shlamím', lo comerás allí, y te alegrarás. Ahora, no hay alegría más que con vino, pues fue dicho: Y el vino alegrará el corazón del hombre.
Dijeron además: "Los hombres (se alegran) con lo que les es adecuado; las mujeres (se alegran) con lo que les es adecuado"
La expresión de la Torá es que nos obliguemos a incluir en esta alegría a los pobres, los desdichados y los extranjeros; dijo, exaltado sea: …y el extranjero, el huérfano y la viuda.