Es el precepto con el cual se nos ordenó la valuación de los campos.
Es lo que El, exaltado sea, dijo: Si de los campos de su heredad... (y) Si del Campo por él comprado, que no es propiedad de su heredad...
En el campo que es de su heredad, formuló por ley y será tu valuación de acuerdo a su semilla..., y en el campo por él comprado: y calculará el kohén para él lo que falta de tu valuación.
También las leyes de este precepto han sido explicadas todas, íntegramente, en el Tratado (Talmúdico) de Arajín.
Que nadie piense que estas cuatro clases de valuaciones poseen asociación que obliga a contarlas como un único precepto — sino que son cuatro preceptos (individuales), cada uno de ellos posee una ley inexistente en el otro, sólo que el término 'valuación' los agrupa al estilo de asociación nominal. En consecuencia, no se deben contar todas las clases de valuaciones como un precepto único, tal como no contamos nosotros todas las clases de sacrificios como un único precepto.
Cuando meditemos acerca de ello, esto resultará claro.