La explicación [es la siguiente]: Los Patriarcas fueron verdaderamente las "carrozas" de Di-s. Por eso merecieron [el privilegio de] hacer descender, para todas las subsiguientes generaciones de sus descendientes, para siempre, un NéfeshRúajNeshamá de las Diez sagradas Sefirot de los cuatro Mundos de Atzilut, Beriá, Ietzirá y Asiá, para cada individuo según su nivel y según sus actos. Como sea, aun para los judíos más indignos y los más pecadores, se hace descender, por su unión marital, un Néfesh del nivel de Néfesh de maljut de Asiá ("el Atributo de Realeza en el Mundo de Acción"). Este es el nivel de santidad más bajo en el mundo de Asiá. Sin embargo, dado que [maljut] es una de las Diez Sefirot sagradas, está compuesta por todos los demás [niveles de Asiá], también de jojmá de maljut de Atzilut ("Sabiduría de Realeza en el Mundo de Emanación"), en cuyo interior está [investida] jojmá de Atzilut, en la que a su vez brilla la luz del bendito Ein Sof, tal cual, como está escrito: "Di-s, en [Su] sabiduría, fundó la tierra" y [está escrito:] "Con sabiduría Tú los has hecho a todos". Por lo tanto, vemos que la luz del bendito Ein Sof está investida en la facultad de sabiduría en el alma humana, indistintamente del tipo de judío que sea. A su vez, la facultad de sabiduría del alma, junto con la luz del bendito Ein Sof investida en ella, se propaga por todos los niveles del alma en su totalidad, para animarla [con vitalidad Divina] de la cabeza a los pies, como está escrito: "La sabiduría da vida a aquellos que la poseen".[Y a veces, los pecadores de Israel llegan a hacer descender [para sus hijos] almas muy excelsas que han estado en las profundidades de las kelipot, como se explica en Sefer Guilgulím].