Para explicar más claramente y con mayor precisión la palabra "muy" en el versículo "Porque esta cosa es muy cercana a ti...":

Ha de reconocerse con certeza que incluso la persona que sólo tiene una limitada capacidad de comprensión de la grandeza de Di-s, y no tiene corazón para comprender la grandeza del bendito Ein Sof, para generar, por medio de la meditación, el temor y el amor siquiera tan sólo en su mente y comprensión — no obstante, le es "una cosa muy cercana" cuidar y practicar todos los mandamientos de la Torá, y [particularmente] el estudio de la Torá que equivale a todos. [Puede lograr todo esto] en su boca y en su corazón en el más genuinamente verdadero sentido de "corazón", desde lo más profundo de su corazón, con absoluta sinceridad, con amor y temor. Este es el amor oculto presente en el corazón de todos los judíos, que es una herencia que nos han legado nuestros Patriarcas [y no precisa crearlo mediante la meditación].

Pero primero debemos anticipar una explicación clara y precisa del origen de este amor y su carácter. Además, ¿cómo se ha vuelto nuestro legado? ¿Y cómo se incluye en él el temor?

La explicación [es la siguiente]: Los Patriarcas fueron verdaderamente las "carrozas" de Di-s. Por eso merecieron [el privilegio de] hacer descender, para todas las subsiguientes generaciones de sus descendientes, para siempre, un NéfeshRúajNeshamá de las Diez sagradas Sefirot de los cuatro Mundos de Atzilut, Beriá, Ietzirá y Asiá, para cada individuo según su nivel y según sus actos. Como sea, aun para los judíos más indignos y los más pecadores, se hace descender, por su unión marital, un Néfesh del nivel de Néfesh de maljut de Asiá ("el Atributo de Realeza en el Mundo de Acción"). Este es el nivel de santidad más bajo en el mundo de Asiá. Sin embargo, dado que [maljut] es una de las Diez Sefirot sagradas, está compuesta por todos los demás [niveles de Asiá], también de jojmá de maljut de Atzilut ("Sabiduría de Realeza en el Mundo de Emanación"), en cuyo interior está [investida] jojmá de Atzilut, en la que a su vez brilla la luz del bendito Ein Sof, tal cual, como está escrito: "Di-s, en [Su] sabiduría, fundó la tierra" y [está escrito:] "Con sabiduría Tú los has hecho a todos". Por lo tanto, vemos que la luz del bendito Ein Sof está investida en la facultad de sabiduría en el alma humana, indistintamente del tipo de judío que sea. A su vez, la facultad de sabiduría del alma, junto con la luz del bendito Ein Sof investida en ella, se propaga por todos los niveles del alma en su totalidad, para animarla [con vitalidad Divina] de la cabeza a los pies, como está escrito: "La sabiduría da vida a aquellos que la poseen".[Y a veces, los pecadores de Israel llegan a hacer descender [para sus hijos] almas muy excelsas que han estado en las profundidades de las kelipot, como se explica en Sefer Guilgulím].