Con esto, comprenderemos el versículo: "Porque esta cosa está muy cercana a ti, en tu boca y en tu corazón, para que la hagas".

A primera vista, [la declaración de que "esta cosa está muy cercana a ti]... en tu corazón" parecería contradecir nuestra experiencia [y la Torá es eterna]. No resulta una "cosa muy cercana" modificar el corazón [y llevarlo] de los deseos mundanos a un sincero amor a Di-s. De hecho, el Talmud pregunta: "¿Es acaso el temor [a Di-s] una cuestión pequeña?" [Y si así es con el temor,] cuanto más aún —un amor [a Di-s]. Además, nuestros Sabios también dijeron que sólo los tzadikím tienen control sobre sus corazones.

Es que "para que la hagas" [indica que las palabras "cercano... en tu corazón"] se refieren a un amor que sólo lleva al cumplimiento de los mandamientos, que es el deseo oculto del corazón, aun cuando no arde manifiestamente en su corazón como un fuego llameante. Esta cuestión, [despertar un amor que permanece oculto en el corazón,] es muy fácil y está muy cerca de todo hombre que tiene un cerebro en su cabeza. Porque su mente está bajo su control [incluso cuando su corazón no lo esté] y con ella puede meditar a su antojo sobre cualquier tema. Si reflexionará con ella acerca de la grandeza del Ein Sof, bendito sea, inevitablemente generará —en su mente, al menos— un amor a Di-s para unirse a El mediante el cumplimiento de Sus mandamientos y el estudio de Su Torá.