Con esto, podremos comprender el versículo: "Y retornaréis y veréis [la diferencia] entre el hombre justo y el malvado, entre aquel que sirve a Di-s y aquel que no Lo sirve".
La diferencia entre "aquel que sirve a Di-s" (oved) y un hombre justo (tzadík) es que "aquel que sirve a Di-s", en tiempo presente, describe a aquel que todavía está en medio de su servicio Divino. Este servicio (avodá) consiste en la lucha [de "aquel que sirve a Di-s"] contra la propia naturaleza de mal, con el fin de superarla y desterrarla de la "pequeña ciudad" para que no se invista en los órganos del cuerpo [por medio de malos pensamientos, palabras o acciones], una lucha constante con la propia naturaleza de mal que requiere verdaderamente gran esfuerzo ("servicio") y labor. Este es el beinoní.
El tzadík, en cambio, es llamado "un servidor (éved) de Di-s" como un título [referido a su persona y no a lo que hace] similar al título "sabio" o "rey", concedido a aquel que ya se ha vuelto sabio o rey. Así también él, ya ha consumado y completado totalmente su "servicio" de librar guerra contra el mal dentro de sí. El lo ha desterrado y éste se ha ido de él, dejando su corazón "vacío dentro de sí".