Ahora bien, jojmá es la fuente de la inteligencia y la comprensión; es superior a biná, que es la facultad de entender una idea y comprenderla. [En relación con las facultades inferiores del alma, este nivel de jojmá incluye dos aspectos opuestos: Por un lado] jojmá está por encima del entendimiento y la comprensión, y [por otro lado] es la fuente de la inteligencia y la comprensión. La misma composición etimológica de la palabra jojmá (חכמה) lo indica: כ׳׳ח מ׳׳ה —"la facultad de lo desconocido"—, [una facultad] que no puede ser alcanzada y comprendida, y aún no es dominada por el intelecto. Por este motivo, la luz del Ein Sof, bendito sea, que de ninguna manera puede ser comprendido por pensamiento alguno, está investida en jojmá. Por lo tanto, todos los judíos, incluso las mujeres y los ignorantes [que no tienen conocimiento de la grandeza de Di-s] creen en Di-s, porque la fe está más allá del entendimiento y la comprensión; porque [como lo indican las Sagradas Escrituras,] "El necio lo cree todo, pero el hombre inteligente comprende". En relación con el Todopoderoso, Quien está más allá de la inteligencia y del conocimiento, y Quien de ninguna manera puede ser comprendido por pensamiento alguno — todos los hombres son como necios ante El, bendito sea, como está escrito: "Yo soy necio e ignorante, soy como una bestia ante Ti — y estoy constantemente Contigo", es decir, "porque me aproximo a Ti como un necio y una bestia, precisamente por ello y con ello estoy constantemente Contigo". Por eso, por regla general, aun el más indigno de los indignos y los pecadores de Israel sacrifican sus vidas en aras de la santidad del Nombre de Di-s y sufren recias torturas con tal de no negar al Di-s Unico, incluso si son vulgares e ignorantes y desconocen la grandeza de Di-s. Aun el poco conocimiento que sí poseen [no es lo que los motiva], porque no reflexionan en ello; de modo que de ninguna manera su autosacrificio resulta de algún conocimiento o contemplación de Di-s. Más bien, [están dispuestos a sacrificar sus vidas] sin conocimiento o reflexión, sino como si fuera absolutamente imposible negar al Di-s Unico, sin [que esta actitud suya tenga] motivo o argumento racional alguno. Esto es así porque el Di-s Unico ilumina y vitaliza el alma entera al estar investido en su facultad de jojmá, que está más allá de cualquier conocimiento o inteligencia abarcable.