Sin embargo, la impresión retenida en su mente, y el amor [natural] y el temor a Di-s que está oculto en el lado derecho de su corazón, le ayudan a imponerse y dominar este mal [del Alma Animal] que apetece su deseo, impidiéndole obtener la supremacía y el dominio sobre la "ciudad" y llevar de lo potencial a la práctica su deseo invistiéndose en los órganos del cuerpo. Lo que es más: aun en la mente sola, en lo que se refiere al pensamiento pecaminoso, el mal no tiene dominio y poder para hacerle pensar —Di-s libre— pensamientos tales conscientemente, es decir, [que la mente pueda] aceptar voluntariamente —Di-s libre— este mal pensamiento que asciende por sí mismo desde el corazón hacia la mente, como ha sido explicado previamente. En lugar de ello, inmediatamente después de que [el pensamiento] se ha elevado hacia allí [—a la mente—], él lo aparta [como] con ambas manos, y aleja su mente de él en el instante en que se da cuenta de que es un pensamiento malo. Se negará a aceptarlo aun como tema de mera reflexión consciente, y por cierto no pensará en ponerlo en práctica, Di-s libre, o siquiera hablar de él. Porque aquel que incurre voluntariamente en pensamientos tales es considerado un rashá en ese momento, en tanto que el beinoní nunca es rashá, ni por un solo instante.
Análogamente, [no permitirá que sentimientos malos encuentren expresión en el pensamiento, la palabra y la acción] en cuestiones " entre el hombre y su prójimo". Apenas se eleve de su corazón a su mente cualquier animosidad u odio, Di-s libre, o envidia, ira o resentimiento y similares, no los aceptará en absoluto en su mente y voluntad. Por el contrario, su mente predominará y dominará los sentimientos de su corazón, para hacer exactamente lo opuesto [a lo que el corazón desea], o sea, comportarse hacia su prójimo con bondad y exhibir hacia su prójimo un amor desproporcionado, soportando de él hasta el máximo extremo, sin enojarse, Di-s libre, ni tampoco retribuirle en la medida de su actitud, Di-s libre, sino, por el contrario, pagar a los ofensores con favores, como está escrito en el Zohar que debemos aprender de [el ejemplo de] la conducta de Iosef con sus hermanos.