"Para comprender las palabras de entendimiento" escritas en el libro llamado Tzavaat Rivash — aunque en verdad no es en absoluto su testamento y él nada ordenó antes de su desaparición; ellas son una mera colección de sus dichos puros que fueron recolectados como "compilaciones tras compilaciones", y [los compiladores] no supieron cómo redactar exactamente sus enseñanzas. La connotación de las enseñanzas, sin embargo, es absolutamente cierta.
Esto [se entenderá] comprendiendo primero la enseñanza de nuestros Sabios: "Quienquiera se enoja es como si rindiera culto idólatra". La razón [de esto] es clara para aquellos que "conocen el entendimiento", porque en el momento de su ira [a este individuo] lo ha abandonado la fe [en Di-s y Su Providencia Divina individual]. Pues de creer él que lo que le sucedió fue [una acción] de Di-s, no se habría enojado en absoluto. Si bien es cierto que quien lo está maldiciendo, golpeando o dañando sus bienes, es una persona poseedora de libre albedrío —y [por lo tanto] culpable conforme las leyes humanas y las leyes Celestiales por su mala elección—, con respecto a la persona dañada, no obstante, éste [incidente] ya fue decretado en el Cielo, y "Di-s tiene muchos agentes" [mediante los cuales actuar]. Y no sólo esto, sino que incluso en aquel momento mismo en que [el ofensor] lo golpea o maldice, está investida en él una fuerza de Di-s y el aliento de Su boca que lo anima y sustenta, como está escrito: "Pues Di-s le dijo: '¡Maldice!'" Ahora bien, ¿dónde dijo El así a Shimí? Es que este pensamiento [de maldecir a David] que surgió en su corazón y mente descendió de Di-s, y "el aliento de Su boca que anima a todas las huestes [del cielo]" animó el espíritu de Shimí en el momento en que dijo esas palabras a David. Pues si el aliento de la boca de Di-s hubiera partido del espíritu de Shimí [siquiera] por un único instante, éste no habría podido hablar en absoluto.
(Y ése es el significado de la declaración "Pues Di-s le dijo —en aquel mismo momento [en que Shimí decía estas palabras]— '¡Maldice a David!' Y quién le dirá: ['¿Por qué hiciste así?']".