(Y ése es el significado de la declaración "Pues Di-s le dijo —en aquel mismo momento [en que Shimí decía estas palabras]— '¡Maldice a David!' Y quién le dirá: ['¿Por qué hiciste así?']".
La enseñanza del Baal Shem Tov —sea su memoria bendición— sobre el versículo: "Por siempre, Di-s, Tu palabra se alza firme en los cielos", es bien conocida. Las combinaciones de las letras con las cuales fueron creados los cielos —o sea, la expresión creativa "Que haya un firmamento..."— se alza y perdura investida en los cielos por siempre, para animarlos y sustentarlos. Esto difiere del criterio de los filósofos que niegan la Providencia Individual. Usando su falsa analogía, comparan la obra de Di-s, el Hacedor de cielo y tierra, con la obra del hombre y sus maquinaciones. Pues cuando un orfebre ha completado un recipiente, éste ya no precisa de las manos del orfebre; aunque sus manos están apartadas del recipiente, perdura intacto por sí mismo. Mas sus ojos se hallan cubiertos como para ver la gran diferencia [existente] entre la obra del hombre y sus maquinaciones —que es [la elaboración de] algo a partir de [otro] algo (iésh meiésh), donde solamente cambia su forma y apariencia— y la creación del cielo y la tierra —que es iésh meáin (algo a partir de la nada)—. Esto [último] es una maravilla [incluso] más grande que, por ejemplo, la partición del Iam Suf, al que Di-s hizo retroceder "con un poderoso viento del este toda la noche... y las aguas fueron divididas". Si el viento se hubiera interrumpido siquiera por un momento, las aguas habrían vuelto a fluir otra vez hacia abajo, como les es usual y natural, y no se habrían alzado en alto como muro, pese a que esta naturaleza del agua [de fluir en caída] también es innovadamente creada a partir de la nada. Pues un muro de piedra se mantiene erguido por sí mismo, sin [la ayuda de] el viento, pero la naturaleza del agua no es tal. Cuánto más entonces es así en la creación de algo a partir de la nada —cosa que trasciende la naturaleza y es mucho más maravillosa que la partición del Iam Suf—, que seguro que con el retiro —Di-s libre— del poder del Creador de algo a partir de la nada, el ser creado volvería a la nada y más absoluta noexistencia. Más bien, la fuerza activadora del Creador [que trae inicialmente a la existencia a todo ser creado] debe estar continuamente en la cosa creada para darle vida y existencia. Esta [fuerza] es la "palabra de Di-s" y el "aliento de Su boca" presente en las Diez Aserciones mediante las cuales se creó el mundo. Y aun en cuanto a esta tierra física y su componente inorgánico, su fuerza vital y existencia continua es la "palabra de Di-s" presente en las Diez Aserciones investidas en ellos, manteniéndolos como materia inorgánica y algo a partir de la nada de modo que no vuelvan a la absoluta nada y noexistencia que tenían [antes de su creación]. Este es el significado de la declaración del AríZal, que hay una especie de alma y fuerza vital espiritual incluso en la materia inorgánica tal como piedras, polvo y agua.