Ahora bien, mientras el tzadík estaba vivo sobre la tierra, estos tres atributos estaban contenidos en su recipiente y vestimenta en el plano del espacio físico, siendo éste el aspecto de Néfesh que está ligado a su cuerpo. [Durante su vida] todos sus discípulos reciben apenas un reflejo de estos atributos, y un rayo de ellos que irradia más allá de este recipiente por medio de sus santas expresiones y pensamientos. A ello se debe que nuestros Sabios dijeran que "uno no puede alcanzar la profundidad de las enseñanzas de su maestro [sino después de pasados cuarenta años]". Pero luego de la desaparición [del tzadík], puesto que el Néfesh —que perdura en la tumba— se separa del Rúaj que comprende estos tres atributos y [luego de su desaparición] está en el Jardín del Edén, quienquiera está cerca de él puede recibir una parte de su Rúaj que está en el Jardín del Edén, porque [el Rúaj del tzadík] no está [ahora] dentro de un recipiente, ni en el plano del espacio físico. Pues, como se sabe, nuestros Sabios dijeron de nuestro Patriarca Iaacov —sea con él la paz— que "el Jardín del Edén ingresó con él". Asimismo se declara en Asará Maamarot que la atmósfera del Jardín del Edén envuelve a cada individuo, y en esta atmósfera se registran todos sus buenos pensamientos y palabras de Torá y de servicio a Di-s; (y análogamente a la inversa, Di-s libre: [los pensamientos y las palabras negativos] son registrados en la atmósfera del Guehinóm —Infierno— que envuelve a cada individuo [cuando se aboca a ellos]). Por lo tanto, es muy fácil para sus discípulos recibir la parte de ellos de los aspectos esenciales del Rúaj de su maestro, esto es, su fe, su temor y su amor con los que sirvió a Di-s, y no un mero fulgor de ellos que resplandece más allá del recipiente. Pues el aspecto esencial de su Rúaj es elevado, ascenso tras ascenso, para ser absorbido en su Neshamá que está en el Jardín Superior del Edén, en los mundos supremos.
Ahora bien, es sabido que ninguna entidad santa es jamás total y plenamente desarraigada de su lugar y nivel original, incluso luego de haber alcanzado el punto más alto. Así, es este aspecto original [que deriva del Rúaj del tzadík,] perdurando abajo, en el Jardín Inferior del Edén en su lugar y nivel original, que se extiende entre sus discípulos, cada uno conforme el nivel de su ligazón y proximidad a él [—al tzadík] durante la vida de éste y después de su desaparición, por abundante amor, pues toda cosa espiritual es atraída únicamente por vías de un amor abundante. Así, se declara en el santo Zohar que el espíritu (Rúaj) del deseo interior del corazón atrae un espíritu desde lo Alto, pero sólo si él habrá de disponerse a sí mismo hacia su Di-s con gran preparación e intenso esfuerzo, de modo que reciba estos atributos de la manera que le enseñó su maestro. [Para parafrasear] las palabras de nuestros Sabios: "Si te has esforzado y [reclamas haber] encontrado, créelo".