Pero en verdad, si examinas puntillosamente el texto del Raaiá Mehemná citado antes —"Y el Arbol del [Conocimiento del] Bien y el Mal, es decir, la prohibición y la permisibilidad..."— [advertirás que] no dice "las enseñanzas de prohibición y permisibilidad" ni "las leyes de prohibición y permisibilidad". Más bien, pretendió decir que la cosa prohibida o la cosa permitida propiamente dicha es del Arbol del Bien y el Mal, o sea, de kelipat noga, como se declara en Etz Jaím. Esta, de hecho, es la raíz de [la palabra] "asur" ("prohibido"; lit.: "ligado"): La kelipá se cierne sobre ella, [la cosa prohibida,] de manera que no puede remontarse a lo alto [a la santidad] como la cosa que es "mutar" ("permitida"; lit.: "desligada"), lo que significa que no está atada y ligada ("asur") a la kelipá [que la sujetaría], y [por lo tanto] puede elevarse por medio de la persona que la come teniendo a Di-s en mente. Lo mismo se aplica cuando no media una intención específica, a cualquier persona que sirve a Di-s, que estudia [Torá] y ora a Di-s con la energía derivada de esta ingesta, de lo que resulta que las letras de Torá y plegaria que ascienden a Di-s son formadas por la energía destilada de aquel alimento.

Esto es así durante los días comunes de la semana. Pero en Shabat la kelipat noga misma es elevada, junto con el aspecto externo de todos los mundos. Por eso es mitzvá comer toda clase de delicias en Shabat y aumentar [el consumo de] carne y vino más que lo usual, aun cuando en un día de semana [quien lo hace] sería llamado glotón y bebedor. Esto no sucede con la cosa prohibida. Esta no puede ascender [a la santidad], ni en el Shabat ni en un día de semana, incluso si se orara y estudiara con aquella energía [derivada del alimento prohibido], a menos de que se comió para salvar una vida en peligro, cosa que nuestros Sabios han permitido, por lo que [el alimento] se volvió permisible [por completo]. El estudio de la Torá, sin embargo, incluso las leyes de isur y heter, impureza y pureza, que son las Mishnaiot y las Baraitot en la Guemará, y los codificadores que explican y clarifican sus palabras para su aplicación práctica — estos constituyen el cuerpo de la Torá Oral, que es la sefirá de maljut en [el Mundo de] Atzilut, como se declara en innumerables lugares en el sagrado Zohar. Y [asimismo está escrito] al comienzo de los Tikuním: "Maljut (lit.: 'soberanía') — ésa es la Boca, a la que nosotros llamamos Torá Oral". Y en Atzilut, "El y Sus causalidades (garmóhi; lit.: 'órganos') son uno en ellos". Es decir, la [infinita] luz Ein Sof se unifica en Atzilut en una unidad absoluta, de modo que El, y Su voluntad y sabiduría —investidas en Su habla, llamada maljut— son todos uno.

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