No obstante, la esencia y naturaleza de la [infinita] luz Ein Sof no está de manera alguna sujeta al espacio, [sino que, más bien,] abarca a todos los mundos por igual. [Por eso dice Di-s:] "Yo lleno los cielos y la tierra" — uniformemente.
Asimismo, "No hay lugar [o nivel espiritual] vacío de El", incluso en este mundo físico. [La luz Divina está presente,] no obstante, [sólo] de una manera "abarcadora" y "circundante" —como este concepto [de makíf, o sovév kol almín] se explica en Likutéi Amarím—, no a modo de una extensión e investidura de la fuerza vital, animándolos y trayéndolos a la existencia de áin a iesh, sino, más bien, solamente por medio de una radiación de una radiación de la radiación, etc., del Kav, como se mencionara antes. También, de la [trascendente] luz [Ein Sof] que "circunda" y "abarca" los Cuatro Mundos —Atzilut, Beriá, Ietzirá y Asiá— uniformemente, hay una radiación al Kav interior, a través de los keilím de las diez sefirot de Beriá, Ietzirá y Asiá. Por su irradiación dentro de los keilím, les otorga poder y fortaleza para crear iesh de áin. Ahora bien, en vista de que la creación tiene lugar por medio de los keilím, los seres creados son numerosos y diversos, limitados y finitos, especialmente dado que [la radiación Divina que los trajo a la existencia se revela] por medio de las letras, como se explicó arriba.