Es bien conocida en los portales la afirmación de los Tikuním que "la Shejiná sufre en el exilio", como si fuera. Este [modelo tomado de lo humano] traza una comparación con la dolencia física, salvando [por supuesto] las distancias entre lo santo [y lo mundano].
La causa de la enfermedad o la salud radica en la distribución y flujo de la fuerza vital desde el corazón a todos los órganos. [Esta fuerza vital] está investida en la sangre de vida que fluye desde el corazón a todos los órganos; y el espíritu de vida y sangre circula dentro de todos los órganos a través de las venas insertas en ellos, y regresa al corazón. Ahora bien, si la circulación y flujo de este espíritu de vida es siempre como debiera ser, en su apropiado orden como lo dispuso para éste la Fuente de Vida, entonces el individuo está perfectamente sano. Porque todos los órganos están ligados juntos y reciben su apropiada vitalidad del corazón mediante esta circulación. Pero de existir cualquier desorden en cualquier lugar, impidiendo, refrenando o reduciendo la circulación y flujo de la sangre con el espíritu de vida investido en ella, este vínculo —que conecta todos los órganos con el corazón mediante esta circulación— se interrumpe [extinguiendo la vida] o disminuye y el individuo cae en cama y enferma —¡Di-s nos proteja!—
Precisamente así, metafóricamente hablando, todas las almas de Israel son consideradas los órganos de la Shejiná, llamada "corazón", como está escrito: "La Roca, Mi Corazón", y como está escrito: "Y Yo moraré dentro de ellos". El significado es: El término Shejiná denota que la luz de Di-s mora en los Mundos de Beriá, Ietzirá y Asiá, para dotarlos de vida.
Esta fuerza vital es atraída [a los Mundos] por medio de una investidura previa en las almas de Israel, porque ninguno de los seres creados guarda relación comparable alguna con el Creador pues "Todo, ante El, es considerado realmente como la nada". Así, [a los seres creados] les es imposible recibir fuerza vital de Su luz y emanación para resultar creados de la nada a la sustancialidad, y estar vivos y existentes, salvo por medio de las almas. [Pues son las almas judías las] que se elevaron en [Su] pensamiento, y por lo tanto precedieron a la creación de los Mundos resultantes del Habla [Divina]. Así, dijeron nuestros Sabios: "¿Con quién Se aconsejó el Santo, bendito sea, [acerca de la creación de los Mundos? Con las almas judías]", como se sabe de otra parte.
Y es bien conocido en los portales que todo el flujo descendente de la fuerza vital [Divina] y [toda] emanación desde los [Mundos] superiores a los que son inferiores a ellos es, como se declara en Séfer Ietzirá: "Su comienzo está enclavado en su culminación, y su culminación está enclavada en su comienzo". En los escritos del AríZal, esto se denomina Or Iashar ("Luz Directa") y Or Jozér ("Luz Reflejada"), como también está escrito: "Y las Jaiot avanzaban y retrocedían".
Así, conforme estas palabras y esta verdad, imposible de explicar apropiadamente por escrito, la Shejiná es llamada con el nombre de "corazón", y las almas con el de "órganos". Esto nos enseña que cuando todas las almas están asociadas y ligadas juntas, la circulación y flujo de la fuerza vital y la emanación [de la Shejiná a los mundos y de los mundos de regreso a la Shejiná] es [un proceso] continuo, y "la culminación de ellos está enclavada en sus comienzos", vinculando y uniendo de esa manera a todos ellos con el Di-s Unico, de modo que se unan a El. Por eso está escrito: "Vosotros estáis parados firmes este día, todos, delante de Di-s vuestro Señor (Havaiá Elokeijém)". El versículo dice específicamente: "todos". Además, que es específicamente "delante". "Vuestras cabezas..." [—los de almas más excelsas—], "desde el leñador..." [—los de más modesta estatura espiritual—].
Esto permitirá comprender la enseñanza de nuestros Sabios, que la destrucción del Segundo Templo y la caída de Israel a exilio, y la retirada de la Shejiná y su descenso a Edóm en un estado de exilio (como si fuera) — todo fue por causa del pecado de odio gratuito [entre un judío y otro] y el disenso entre sus corazones —el Misericordioso nos salve—. Por eso [la Shejiná] es llamada metafóricamente "enferma" [en tiempos de exilio]. En cuanto a lo que está escrito [en la Amidá]: "El sostiene a los que caen y cura a quienes están enfermos", en plural — alude a todos los órganos....