Este es el significado de lo que escribe el sagrado Zohar, Parshat Pekudéi (folio 229b), que "las buenas acciones [es decir, las mitzvot] que el hombre hace, atraen una vestimenta de la luz del Esplendor Supremo... [es decir, del nivel de Kéter] y contemplan... la 'agradabilidad de Di-s..."'. Aunque allí [el Zohar] se refiere al Jardín Inferior del Edén, donde las vestimentas derivan de los mandamientos concretamente prácticos —mientras que en el Jardín Superior del Edén éstas derivan del amor y la devoción del corazón en la Torá y la plegaria, como escribe el Zohar allí (folio 210)— no obstante, esta devoción [de la que derivan estas vestimentas] se refiere a la devoción de la ocupación de la persona con la Torá en aras de aquella, por amor a Di-s. El precepto de estudiar Torá también pertenece a la clase de mandamientos prácticos, pues "el movimiento de los labios [al hablar] se considera una acción", y "la meditación no cuenta como habla"; de modo que uno no se exime de su obligación mediante la sola meditación. Lo mismo se aplica a la plegaria. Y con más razón es así considerando que la superioridad de la devoción (kavaná) sobre el habla (dibur) y la acción (maasé) no se debe a sus propios méritos [como sucede con el servicio a Di-s por amor], sino al resplandor de la Voluntad Suprema..., como se explica extensamente en Likutéi Amarím, Parte I, cap. 38; véase allí.
ב"ה