Examínese Likutéi Amarím, cap. 40
Para comprender cómo la persona, leyendo los relatos de la Torá, está ligada a Jojmá Ilaá ("Sabiduría Suprema"):
[Esto puede comprenderse] a la luz de lo que está escrito en las Kavanot, folio 16b, que tal como el hombre está ocupado [con el estudio de Torá] abajo, así también [lo] está la semejanza del Hombre Supremo en lo Alto. Esta [conexión sustituta sólo] se aplica cuando uno está pensando acerca de las letras escritas. En cuanto al habla articulada, sin embargo, podemos decir que atraviesa y asciende realmente hasta Atzilut; alternativamente, [se eleva] hasta Beriá (el Mundo de la Comprensión) cuando es impulsada por el amor y el temor generados intelectualmente; o hasta Ietzirá (el Mundo de las Emociones) cuando es motivada por los innatos amor y temor a Di-s. Y de las Escrituras se eleva de Este Mundo hasta las Diez Sefirot de Asiá, pues "penetra las atmósferas..." [entre el Asiá físico y el espiritual]. En contraste, el pensamiento, [que no es vocalizado, no asciende a los Mundos superiores, y] sólo [afecta] la "semejanza", que es la raíz de su alma...
En cuanto a la declaración del Zohar —Vol. III, folio 105—, que "pensar nada logra...", es decir, ni siquiera un efecto benéfico [si falta el "estímulo desde abajo" de la acción o el habla], examínese atentamente allí, como también en el folio 31b. Podemos decir que esta [incapacidad] sólo se refiere al estímulo de una reacción en lo Alto, para originar un flujo descendente [de luz Divina]; el pensamiento [que se eleva a lo Alto,] simplemente queda allí, incrementando enormemente la iluminación allí. [Esta] incrementada iluminación en Atzilut es producida mediante el estudio verbal de las Escrituras y la práctica de mitzvot activas en Asiá, pues la [resultante] Unión tiene lugar principalmente en lo Alto, [dentro de Atzilut]. Sólo los frutos [suyos] alcanzan este mundo, mediante la iluminación que es atraída en medida reducida aquí abajo por medio del habla y la acción [que son un "estímulo desde abajo" para atraer el "estímulo desde arriba"]. A través de [sólo] el pensamiento, sin embargo, nada es atraído. Por lo tanto, [quien sólo piensa las palabras del Shemá y no las vocaliza] no ha cumplido con su obligación para la cual su alma descendió a Este Mundo: sólo para atraer iluminaciones supremas al mundo inferior. En las palabras de Etz Jaím, Sháar 26, [el propósito del descenso del alma es:] "atraer iluminación".
Pero para elevar [el estudio y las mitzvot de uno] de abajo hacia arriba, debe haber "buen pensamiento", pues sin temor y amor [su servicio a Di-s en Torá y mitzvot] no se remonta a lo Alto, como se declara en Sháar HaNevuá, secc. 2: "Y el buen pensamiento [es lo que eleva a lo alto la Torá y las mitzvot]".
Ahora bien, tenemos una [aparente contradicción en la] expresión [citada antes del Zohar, que el sonido del estudio de Torá] "penetra los firmamentos..."; y es así incluso cuando [este sonido] es [producido] sin temor y amor —con más razón que [el caso de] las palabras vanas, puesto que "la medida del bien es más generosa [que su opuesto]"—. Esto se refiere sólo a los "firmamentos", las cámaras y moradas, pero no al "cuerpo" del Hombre Supremo. Ciertamente [no asciende] al Néfesh, Rúaj y Neshamá siquiera del Hombre Supremo de Asiá, que son las Diez Sefirot, tanto sus luces como sus recipientes. Esta es la intención de los Tikuním, [al decir] que sin temor y amor no puede ascender o alzarse ante Di-s.