Sin embargo, yo hablo de aquellos que me conocen bien, todos y cada uno de Anash de nuestro país y de los [países] cercanos, con los cuales frecuentemente se han intercambiado palabras afectuosas1 , y que me revelaran todos los recovecos ocultos de su corazón y de su mente en cuestiones relacionadas con el servicio a Di-s que depende del corazón. A ellos broten mis palabras y mi lengua [tome la forma de] una pluma de escriba2 , en estos cuadernos denominados Likutéi Amarím ("Recopilación de Enseñanzas"), compilados de libros y maestros, santos celestiales, bien conocidos a nosotros. Los sabios observarán que se alude a algunas de estas enseñanzas en las sagradas epístolas de nuestros maestros en la Tierra Santa3 . Algunas las he escuchado de sus santas bocas, cuando estaban aquí con nosotros. Todas son respuestas a las muchas preguntas formuladas continuamente por Anash de nuestro país en procura de consejo, cada uno según su estatura [espiritual], para recibir instrucción de cómo servir a Di-s, porque el tiempo ya no [me] permite responder a cada uno individualmente sobre su pregunta particular, y también porque el olvido es común.
Por lo tanto, he anotado todas las respuestas a todas las preguntas, para ser preservadas como señal, y para que sirva de recordatorio en la mente de cada uno. Ya no hará más falta apremiar por una audiencia privada conmigo, porque en estos Likutéi Amarím la persona encontrará sosiego para su alma, y genuino consejo sobre todo lo que le resulte difícil en el servicio a Di-s. Así, su corazón estará firmemente confiado en Di-s, Quien completa y perfecciona todo para nosotros.
Aquel cuya mente es demasiado limitada para comprender cómo lograr consejo de estos cuadernos, que exponga su problema a los grandes [eruditos] de su pueblo y ellos lo iluminarán. A estos [eruditos] pido que no tapen su boca con la mano para comportarse con falsa modestia y humildad, Di-s libre. Es bien sabido cuán amargo es el castigo de aquél que "niega alimento"4 , también cuán grande es la recompensa5 , del comentario de nuestros Sabios6 sobre el versículo7 "Di-s ilumina los ojos de ambos". Entonces Di-s hará que Su rostro brille sobre ellos con la luz del semblante del Rey [que proporciona] vida. Que Aquél que proporciona vida a los seres vivientes nos otorgue el privilegio de vivir para ver los días en que "ya no enseñará más un hombre a otro... [a conocerme a Mí], porque todos ellos Me conocerán, [...desde el más pequeño al más grande]"8 "porque el conocimiento de Di-s llenará la tierra [como las aguas cubren el mar]"9 . Amen. Así sea Su Voluntad.
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Como los citados cuadernos han sido distribuidos entre todo Anash mencionado antes a través de numerosas transcripciones a manos de varios y diversos copistas,la multitud de transcripciones ha incrementado excesivamente el número de errores de texto. Por lo tanto, el espíritu de los nobles hombres mencionados en la página anterior los ha inducido generosamente a hacer un esfuerzo personal y económico para que estos cuadernos se publiquen, sin impurezas ni errores de los copistas10 , y verificados a conciencia. Los felicito por esta digna acción.
Si bien el versículo declara explícitamente "Maldito aquel que usurpa los límites de su prójimo"11, y donde se emplea la expresión de "maldito" se implica tanto maldición como excomunión, Di-s nos guarde, vengo —[como cita el Talmud] una mera práctica de Judá a fin de reforzar una afirmación explícita de las Escrituras— a invocar estricta prohibición sobre todas las editoriales para que no impriman estos cuadernos —ni ellos, ni por intermedio de sus agentes— sin el permiso de los mencionados previamente, por un lapso de cinco años a partir del día en que esta impresión ha sido completada. Que plazca a quienes cumplan y que sean bendecidos con bien.
Estas son las palabras del compilador del Likutéi Amarím previamente mencionado.