Además [de las diez facultades], cada Alma Divina (néfesh elokít) posee tres vestimentas. Estas son: el pensamiento, el habla y la acción [tal como hallan expresión] en los 613 mandamientos de la Torá. Porque, cuando una persona cumple activamente todos los preceptos que requieren acción física, y con su poder del habla se ocupa con explicar todos los 613 mandamientos y las leyes que gobiernan su cumplimiento, y con su poder del pensamiento comprende todo lo que es capaz de entender en el Pardés de la Torá, entonces los 613 "órganos" de su alma están investidos, todos, en los mandamientos de la Torá.

Específicamente: El JaBaD de su alma está investido en la comprensión de la Torá, que él comprende en [los cuatro niveles de] el Pardés [de la Torá], hasta el máximo de su capacidad mental y conforme la raíz de su alma en lo Alto. Y las midot, a saber, [las emociones de] temor y amor [a Di-s], junto con sus ramificaciones y derivados, están investidas en el cumplimiento de los mandamientos de acción y de palabra, significando ["de palabra"] el estudio de la Torá, que es "el equivalente de todos los mandamientos". Porque el amor es la raíz [del cumplimiento] de la totalidad de los 248 mandamientos positivos; de él emanan, y sin él no tienen verdadero sostén. Porque aquel que los cumple en verdad, es el que ama el Nombre de Di-s desea sinceramente unirse a El. No se puede unir verdaderamente a El si no es con el cumplimiento de los 248 mandamientos [positivos], porque estos son los 248 "órganos del Rey", para decirlo de alguna manera, tal como se ha explicado en otra parte. El temor es la raíz de la [observancia de] los 365 mandamientos prohibitivos, porque él [—la persona temerosa de Di-s—] temerá rebelarse contra el Supremo Rey de reyes, el Santo bendito sea. O un [nivel] más profundo [de] temor, [el de la persona] que se siente avergonzada ante la grandeza de Di-s, por lo que no se rebelará contra los [siempre examinadores] ojos de Su gloria haciendo lo que es malo a Sus ojos, a saber, cualquiera de las cosas abominables odiadas por Di-s, que son las kelipot y sitrá ajará que se nutren del hombre en lo bajo y se sostienen de él a través de [su violación de] los 365 mandamientos prohibitivos.