Ahora bien, estas tres "vestimentas" de la Torá y sus mandamientos, aunque se denominan [meramente] "vestimentas del Néfesh, Rúaj y Neshamá — su calidad, sin embargo, es infinitamente superior y mayor que la del Néfesh, Rúaj y Neshamá mismas, [porque] como lo explica el Zohar, la Torá y el Santo, bendito sea, son verdaderamente uno. Esto significa: puesto que la Torá es la sabiduría y la Voluntad del Santo, bendito sea, son uno con Su gloria y esencia, ya que El es el Conocedor, el Conocimiento... como se explicara antes en nombre de Maimónides. A pesar de que el Santo, bendito sea, es denominado Ein Sof (el "Infinito"), y "Su grandeza jamás puede ser sondeada", y "ningún pensamiento Lo puede aprehender en absoluto", y así también son Su voluntad y Su sabiduría —como está escrito: "No hay indagación posible de Su comprensión"; y también está escrito: "Cuando busques [comprender] a Di-s, ¿encontrarás?"; y está escrito: "Porque Mis pensamientos no son como tus pensamientos"—. [Entonces, cómo puede decirse que al entender la Torá la persona aprehende la sabiduría de Di-s, e incluso a Di-s Mismo?] Es respecto de esto que nuestros Sabios han dicho: "Donde encuentras la grandeza del Santo, bendito sea, allí encuentras Su humildad". Di-s comprimió Su voluntad y sabiduría en los 613 mandamientos de la Torá y en sus leyes, y en las combinaciones de las letras de las Escrituras (Torá, Neviím y Ketuvím), y en la exposición de estos versículos que se encuentra en las Agadot y Midrashím de nuestros Sabios, sea su memoria bendición. [Di-s "comprimió" Su Voluntad y sabiduría en todos estos] para que cada Neshamá o [incluso los inferiores niveles de] Rúaj y Néfesh [tal como está] en el cuerpo humano, pueda aprehenderlos con su intelecto, y [a fin de] que pueda cumplirlos, tanto como pueda hacerlo en la acción, el habla y el pensamiento, invistiéndose así con sus diez facultades, todas, en estas tres vestimentas.
ב"ה