Sin embargo, está escrito: "Una nación prevalecerá sobre la otra nación", porque el cuerpo es llamado "una pequeña ciudad". [Las dos almas, en relación con el cuerpo, son] tal como dos reyes que libran guerra por una ciudad, que cada uno de ellos desea capturar y reinar sobre ella, es decir, dirigir a sus habitantes según su voluntad, para que le obedezcan en todo lo que él les ordene. Del mismo modo, las dos almas —el Alma Divina, y el Alma Animal vitalizadora que se origina en la kelipá— libran entre sí una guerra por el cuerpo y todos sus órganos. La voluntad y el deseo de la Divina es que ella sola gobierne sobre la persona y la dirija, de modo que todos los órganos se sometan [compulsivamente] a su disciplina [obedeciendo sus mandatos], [y lo que es más,] se subordinen totalmente a ella [de buena gana] y [más todavía,] se vuelvan una "carroza" para ella. Además, que [los órganos] también sean vestimenta para sus diez facultades y tres vestimentas [de pensamiento, habla y acción] mencionadas antes, que se invistan todas en los órganos del cuerpo y que todo el cuerpo esté permeado por ellas exclusivamente. Ningún extraño [siquiera] pasará por los órganos, Di-s libre. Vale decir, [específicamente] los tres cerebros estarían permeados por el JaBaD del Alma Divina, a saber, [al] discernir a Di-s (jojmá) y entenderlo (biná) al reflexionar sobre Su insondable e infinita grandeza, y hacer nacer —al aplicar [en esta meditación también] la facultad de dáat (comprensión)— el temor [a Di-s] en su mente y el miedo a Di-s en su corazón. También [nacerá de esta meditación] un fogoso amor a Di-s que arde en su corazón cual llamas de fuego. Su alma estará sedienta y se consumirá de deseos y ansias de unirse a El, al bendito Ein Sof, con todo su corazón, su alma y su fuerza. [Este amor surgirá] de las profundidades del corazón, o sea, del ventrículo derecho. [El tipo de amor que desea el Alma Divina implica] que [el corazón] se recubra de amor por dentro, lleno, colmado hasta desbordar. Así inundará también el lado izquierdo [del corazón] para aplastar la sitrá ajará —específicamente el elemento negativo de Agua que hay dentro de ella— que es la pasión que emana de kelipat noga, modificarla y transformarla de [una pasión por] los placeres mundanos en un amor a Di-s, como está escrito: "[Amarás a Di-s...] con todo tu corazón" —'con ambas naturalezas tuyas'—. Esta [transformación de la pasión del Alma Animal en amor a Di-s] significa elevarse y llegar a alcanzar el nivel de ahavá rabá ("amor inmenso"), un amor que sobrepasa incluso al nivel del "amor poderoso, cual llamas flameantes" [mencionado antes].