A la luz de lo explicado, se comprenderá por qué Moshé Rabeinu —sea sobre él la paz— ordenó en el Libro de Deuteronomio a la generación que entró en la Tierra Santa que recitara dos veces al día el Shemá, para someterse al Reino del Cielo con [disposición al] autosacrificio, [cosa que el Shemá nos enseña a aceptar]. [¿Para qué hacía falta que estuvieran dispuestos al autosacrificio?] ¿No se les había prometido acaso que "Di-s pondrá el temor y el pavor a vosotros [sobre todos los habitantes del país]"? Sucede que el cumplimiento de la Torá y sus mandamientos depende de que la persona sea constantemente consciente de su disposición a entregar su vida a Di-s en aras de Su unidad, [y por eso recita el Shemá dos veces al día,] para que [esta conciencia] se fije permanentemente en su corazón y no se aparte de su memoria ni de día ni de noche. De esta manera, la persona puede imponerse a su Inclinación al Mal y vencerla siempre, en todo momento y en cada ocasión, como se ha explicado previamente.
ב"ה
El Tania del Día
Likutei Amarim, fin de Capítulo 25

לעילוי נשמת הרה"ח הרה"ת
ר' יוסף ב"ר זאב הלוי ע"ה וויינבערג
ר' יוסף ב"ר זאב הלוי ע"ה וויינבערג
La Parashá
Parshah Trumá
Text: Exodo 25:1-27:19