De ser así, él está alejado de Di-s con el máximo distanciamiento. Porque el impulso de pasión de su Alma Animal es capaz de ansiar incluso cosas prohibidas, contrarias a la Voluntad de Di-s. A pesar de que él no desea hacerlas en la práctica real, Di-s libre, no obstante, no le son verdaderamente repulsivas, como lo son para los tzadikím, como se explicara previamente [en el cap. 12]. En esto es peor y más repulsivo y abominable que los animales impuros, los insectos y los reptiles, como se mencionara antes, y como está escrito: "Mas yo soy un gusano, y no un hombre...". [Y aun cuando su Alma Divina se fortalece dentro de él para despertar su amor a Di-s durante la plegaria, [este predominio del Alma Divina] no es plenamente verdadero, pues es transitorio y se desvanece después de la plegaria, como se mencionara antes, al final del cap. 13].