Si su tristeza, sin embargo, no proviene de la preocupación por los pecados [que ha cometido], sino por el hecho de que penetran en su mente pensamientos y deseos pecaminosos, entonces: si estos pensamientos surgen no durante su servicio a Di-s sino mientras está ocupado con sus propios asuntos y con cuestiones mundanas y similares, debería, por el contrario, estar contento con su suerte; porque aunque estos pensamientos [pecaminosos] penetran en su mente, él aleja su atención de ellos, cumpliendo [con ello] con el mandato de "No os apartaréis tras vuestro corazón ni tras vuestros ojos, con los que os descarriáis". El versículo seguramente no habla de los tzadikím, refiriéndose a ellos [Di-s libre] como [gente que] "descarría", sino de beinoním como él, en cuya mente sí entran pensamientos eróticos, ya sean de naturaleza inocente [u otros], y cuando aparta su mente de ellos, cumple con este mandato. Nuestros Sabios han dicho: "Cuando uno se abstiene pasivamente del pecado, es recompensado como si hubiera ejecutado activamente una mitzvá". En consecuencia, debería regocijarse en el cumplimiento de este mandato, tal como [se alegra] cuando realmente cumple un precepto positivo.
ב"ה
El Tania del Día
Likutei Amarim, comienzo de Capítulo 27

לעילוי נשמת הרה"ח הרה"ת
ר' יוסף ב"ר זאב הלוי ע"ה וויינבערג
ר' יוסף ב"ר זאב הלוי ע"ה וויינבערג
La Parashá
Parshah Trumá
Text: Exodo 25:1-27:19