Porque hay dos tipos de placer Divino: uno, de la total aniquilación de la sitrá ajará, y la conversión de lo amargo en dulce y de la oscuridad en luz, logrado por los tzadikím, y el segundo: cuando la sitrá ajará es sometida mientras todavía está en su máxima fuerza y poder, y elevándose como un águila, y de esta altura Di-s la derriba en respuesta a la iniciativa humana. Esto es logrado por los beinoním. Se alude a esto en el versículo: "Y hazme delicias, como las que amo", [donde la palabra] matamím ["delicias"] [está escrita] en plural, [indicando] dos tipos de placer. Estas palabras son dichas por la Shejiná a sus hijos, la comunidad de Israel, como se ha explicado en Tikunéi Zohar. Tal como con alimentos materiales, por ejemplo, hay dos tipos de exquisiteces —una de comidas dulces y sabrosas, y otra de cosas fuertes o ácidas [imposibles de comer en su estado natural], pero que han sido bien condimentadas y preparadas de modo que se transforman en exquisiteces que reviven el alma— [así también son las dos clases de delicias espirituales]. Esto es lo que dijo el versículo: "Di-s ha hecho todo en aras de Sí, incluso al malvado para el día del mal". Vale decir, [para] que se arrepienta de su mal y transforme su maldad en "día" y en luz arriba, cuando la sitrá ajará es sometida y la gloria de Di-s es elevada en lo Alto.