Del mismo modo en el plano de "haz el bien"3, [puede emplear la fuerza del "amor oculto"] para fortalecerse como un león con el vigor y la determinación del corazón, contra la naturaleza [de mal] que trae pesadez a su cuerpo y arroja sobre él pereza —proveniente del elemento Tierra de su Alma Animal— para esforzar su cuerpo con entusiasmo con todo tipo de esfuerzo y trabajo agotador en el servicio a Di-s que requiere esfuerzo y denuedo. Por ejemplo, para laborar con denuedo en la Torá con concentración profunda y también oralmente, para que "su boca nunca deje de estudiar [Torá]" —como han dicho nuestros Sabios: "Que el hombre siempre se someta a las palabras de Torá como el buey al yugo y la mula a la carga"—. Del mismo modo con respecto a la plegaria con devoción, [que se esfuerce] realmente con toda su energía. Así también con respecto a servir a Di-s en cuestiones relacionadas con el dinero, como ser la obligación de caridad.

Así también en cuestiones similares a éstas, en las que uno debe luchar contra la inclinación al mal y sus artimañas para enfriar el [ardor del] alma del hombre, [arguyendo] que no debería dilapidar su dinero [en el caso de la caridad] o su salud [en cuestiones que exigen esfuerzo físico].

Le será muy fácil a la persona resistir y subyugar su naturaleza, cuando considere profundamente que vencer a su naturaleza en todo esto [previamente mencionado] y aún más, y, de hecho, hacer exactamente lo opuesto, es [un sufrimiento] mucho menor que los sufrimientos de la muerte —¡Di-s nos preserve!— Y los sufrimientos de la muerte —¡Di-s nos preserve!—, los hubiera aceptado con amor y gustosamente con tal de no separarse de Su unidad y unicidad siquiera por un momento mediante un acto de idolatría, Di-s libre. Con más razón entonces, por cierto, debería aceptar con amor y gustoso [los sufrimientos comparativamente menores de esforzarse en el cumplimiento de las mitzvot] a fin de vincularse a Di-s para siempre. Porque cumpliendo la Voluntad de Di-s a través de este servicio [a pesar del esfuerzo involucrado], se revelará en ella la más interior Voluntad Divina, de manera interna y muy manifiesta, sin ocultamiento alguno. Y cuando no hay "ocultamiento del Semblante" de la Voluntad Divina, nada en absoluto está separado de la Divinidad teniendo una identidad propia independiente y separada. Por lo tanto, su alma, tanto la Divina como la animadora, y "sus vestimentas", se unirán en un vínculo perfecto con la Voluntad Divina y con la luz infinita de Di-s, bendito sea, como se explicara antes.

En las esferas superiores, esta unión [entre alma y Di-s] es eterna. Porque Di-s, bendito sea, y Su Voluntad, trascienden el tiempo. Así también [incluso en este mundo] Su Voluntad revelada, como se expresa en Su Palabra, la Torá, también es eterna, como está escrito: "Mas la Palabra de nuestro Di-s perdurará por siempre", y "sus palabras viven y perduran [eternamente]", y "El nunca alterará o cambiará Su Ley".